Día 7 (27/08/2007)

El séptimo día de la huelga, Héctor requirió asistencia médica de urgencia en dos oportunidades (ambulancia de Emergencias Médicas de Interzonas y ambulancia de la Municipalidadde La Matanza ), por haberse caído dos veces como consecuencia de mareos, y por haber padecido palpitaciones en ambas oportunidades.

A las 22:15 hs. aproximadamente, tuvo lugar una reunión en la casa rodante entre el Obispo Martini y Héctor Plaul, en presencia del Sr. Pablo Pimentel de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, quién gestionó y logró tal entrevista. Durante la misma, el papá de Pablo le expresó el reclamo al Obispo, quién le dio su bendición.

Frustrada reunión en la Nunciatura Apostólica , a pesar de que la misma se había gestionado debidamente el jueves 23 de agosto de 2007 con la Sra. Cecilia , secretaria del Nuncio, Monseñor Adriano Bernardini, previa intervención del Secretario de Culto de la Nación , Embajador Guillermo Oliveri.

No hubo forma alguna, aun mediando la intervención del Poder Ejecutivo Nacional, de que Héctor, que había sido trasladado en una ambulancia y en silla de ruedas, fuese recibido por el Nuncio Apostólico. Sí fue recibida su esposa Beatriz Noemí Manzelli. Y a pesar de que ésta le hizo saber que su esposo, que había sido trasladado en ambulancia porque llevaba más de ocho días  de ayuno y con su salud bastante deteriorada, lo esperaba para entrevistarse con él, no tuvo ni caridad, no cumplió con su función sacerdotal de ayudar a su hermano, y lo que es peor aún: no tuvo el menor gesto humano para con alguien que corre riesgo de muerte. Es más: ante un llamado telefónico de Héctor a su esposa, quién llevaba ya, más de quince minutos en el interior de la Nunciatura y al intentar pasarle la comunicación al Nuncio Bernardini, éste se levantó y se retiró de la sala de audiencia muy molesto, gesticulando con las manos y repitiendo el monosílabo “no- no- no- no”, dejando sola a la mamá de Pablo.

Este lamentable episodio lo protagonizó nada más y nada menos que el representante del Vaticano en nuestro país, y no podemos entender que lo motivó a actuar de tal modo.

Se agendó una nueva entrevista para el lunes 03 de septiembre de 2007 a las nueve de la mañana que esperemos, se pueda concretar.

A la luz del claro deterioro en la salud física de Héctor Plaul, gestiones de último momento, llevadas a cabo por el Sr. Pimentel, quién solicitó a dos sacerdotes se comuniquen personalmente con el Sr. Obispo, y luego de cinco horas de negociaciones, Monseñor Martini concedió a los padres de Pablo una entrevista para el día siguiente, a pesar de encontrarse enfermo.

Las claras intenciones de diálogo por parte del Obispo y el confiable mensaje trasmitido por los sacerdotes intervinientes (quienes manifestaron que  Monseñor Martini se comprometía a solucionar la problemática) motivaron el levantamiento de la huelga de hambre.

Se realizó una reunión en el Obispado de San Justo, entre el Obispo Baldomero Carlos Martini, los padres de Pablo, los dos sacerdotes y el Sr. Pimentel. La misma duró aproximadamente dos horas. Se le presentó más documentación al Obispo y se reformuló la petición, excluyendo la solicitud de apartamiento de Monseñor Martini. Concretamente, se solicitó: 1) El apartamiento definitivo del representante legal del Parroquial San Justo que aún persiste en su cargo. 2) El desagravio a la familia Plaul. 3) Su intervención directa para el reordenamiento del Colegio Parroquial San Justo, por el profundo afecto que nos une a él.

También quedó claro que la casa rodante permanecerá frente al Obispado hasta tanto se concreten los puntos peticionados. La casa allí situada simboliza la perseverancia en la lucha por la verdad y la justicia, y será un  “centro de información” permanente para dar a conocer los esperados avances relacionados, en este caso particular, con la actitud y el compromiso del Obispado de San Justo.

Luego de la realización de una oración y de la bendición del Obispo Martini, finalizó la reunión.