La convocatoria fue multitudinaria aunque no general, pues la mayor parte de los
alumnos y padres de los cursos distintos al 3º año del polimodal tienen información
intencionalmente distorcionada por las autoridades del Instituto Parroquial San
Justo: "...EL CHICO MURIÓ POR UN ACCIDENTE, NOSOTROS NO TENEMOS NADA QUE VER, LA
RESPONSABILIDAD NO ES DE LA ESCUELA..." Por otra parte, sepan todos que está terminantemente PROHIBIDO a los profesores del colegio hablar del tema. Nunca hicieron una reunión general de padres para explicar lo ocurrido, pues aplicaron el concepto de "divide, no informes y triunfarás". Muy curiosamente fuimos testigos de lo que ocurre en nuestra sociedad en general y que muestra la decadencia social en la que vivimos, pues llegaban autos de los cuales bajaban chicos de grados inferiores y que entraban a la escuela mirando al piso, esquivando las evidentes muestras de la protesta, y sus padres se retiraban sin siquiera averiguar de qué se trababa, y lo que es aún más grave: dejando que sus hijos entraran a un lugar donde se estaba generando algo anormal para un día de clases. Estos padres no podían saber lo que nosostros estabamos por hacer, que desde ya aclaramos, es y será siempre absolutamente civilizado. La concentración transcurrió en un marco de tranquilidad y sólo con algún incidente absolutamente menor, pero definitivamente motivado por la actitud de las autoridades de la escuela, quienes decidieron ingresar al establecimiento por la entrada ubicada sobre la calle Arieta, con el solo propósito de no dar la cara una vez más ante los evidentes reclamos. Se exigió la presencia de las seis personas que deben retirarse de sus cargos, y luego de más de dos horas de espera ocurrió que el señor portero Carlos Sánchez intentó cerrar la puerta de entrada al colegio forcejeando con el padre de Pablo quien se lo impedía. Este fue el incidente menor que motivó que Héctor Plaul fuera ese mismo día en persona alrededor de las 15 horas a ofrecerle disculpas al Sr. Portero quien empujaba la puerta para cerrarla cumpliendo órdenes de sus superiores. Somos concientes de que esto no debía ocurrir. Nada más alejado de nuestra intención. Finalamente salió a dar la cara el Profesor Soriano quien ante una nutrida asistencia de periodistas de distintos medios, simplemente no pudo explicar nada. No pudo dar precisiones. Intentó defensas absurdas como que siempre operaron con Proterra y nunca tuvieron ningún problema(¿Como? ¿No remiten la responsabilidad a los padres firmantes?). Afirmó desconocer que Proterra operaba de forma irregular. Utilizó lo único que evidentemente sabe manejar que es la destreza evasiva, su cara inmutable y su estilo sobrador, intentando sin ningún elemento que lo apoye, deslindar la responsabilidad por lo cual sostenemos que se tienen que apartar de sus cargos. Llevó a situaciones en que irritó no solo a padres y alumnos, sino a profesionales, como son los periodistas. Sencillamente impresentable. Hubiéramos deseado que al menos hubieran dado la cara Monseñor Raúl Cuevas (principal representante legal) y la directora María Laura Marangoni. Ante el llamado a una reunión de padres por parte de Soriano, con una clara actitud dilatoria, el padre de Pablo le recalcó de que se trataba, porque el próximo martes estaríamos nuevamente ante la escuela si no se retiraban. Luego, familiares y allegados a Pablo reconsideramos el tema de la reunión y la aceptamos con una serie de condiciones (ver carta presentada a la directora Marangoni el 21/03/07). Luego, entraron algunos alumnos del 3º año del Polimodal a la escuela para tratar en vano de hablar con la directora, recibiendo a cambio amenazas por parte de los directivos acerca de que deben retirarse de la escuela si los consideran responsables en algún grado de la muerte de Pablo (Se entiende contratación, organización, verificación del hotel, haber tomado por locación un hotel en construcción, etc, pues la imputación de homicidio claramente es al Hotel Raíces). Sufrieron discriminación dentro del colegio pues fueron aislados del resto de los compañeros que habían ingresado al establecimiento y no participaron de los reclamos. Si no lo saben, ambos son delitos: las amenazas y la discriminación. Por último, se disolvió la concentración. Nos permitimos recordarle a los seis integrantes del Parroquial que tienen responsabilidad omisiva en cuanto al control de la documentación de la empresa Proterra, en la verficación del hotel antes del viaje y en haber alojado a un grupo de estudiantes en un hotel en construcción, qué significa ética, moral, responsabilidad y derecho, y cuáles son sus diferencias, y los invitamos a que simplemente ingresen al diccionario de la Real Academia Española.
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