A continuación pueden ver las fotografías y la filmación
de la colocación en la estafeta postal del Vaticano de un sobre con toda la documentación
reiteradamente presentada a las autoridades eclesiásticas argentinas (desde el Obispo
de San Justo, Baldomero Carlos Martini, hasta el Cardenal Primado del país Jorge
Bergoglio, al Nuncio Apostólico Adriano Bernardini y, vía cancillería de la Nación,
a Su Santidad Benedicto XVI).
Dejamos constancia que esto ocurrió el 28 de septiembre
de 2010, estando nosotros -los padres de Pablo- en la Santa Sede, al ser esta la
única opción de entrega de correspondencia al Sumo Pontífice. Como ustedes podrán
observar en las fotos, la documentación allí colocada llega a manos del Papa, a
través del personal que retira el correo.
Como era de esperar, al día de la fecha, no hemos recibido
ningún tipo de respuesta, a pesar de que la Iglesia Católica, responsable directa
de una institución que le pertenece como es el Instituto Parroquial San Justo, cuya
autoridad máxima -el Obispo Baldomero Carlos Martini-, tuvo incidencia directa en
la mala organización del viaje de estudios que le costó la vida a nuestro hijo Pablo.
Esto se suma a las posteriores injurias y calumnias
que en persona debió soportar quien firma este documento por parte del Obispo Baldomero
Carlos Martini, quien está tratando de agotar todo tipo de instancias, con distintas
estrategias y argumentos, para no dar la cara, ya no ante el padre de Pablo, sino
ante la Justicia. Una verdadera vergüenza que debemos soportar los católicos.
En definitiva, sólo esperamos que Su Santidad haga
un juicio canónico al señor Obispo, poco apreciado en la diócesis, como podemos
documentarlo en la firma de más de 30.000 fieles que piden su destitución. Y esto
no es extraño, porque en su destino anterior en Córdoba, tampoco lo querían.
HECTOR NORBERTO PLAUL
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