Ciudad Evita,
20 de junio de 2007
Al Sr. Obispo
De
Monseñor
Baldomero Carlos Martini
S.E.R. ADRIANO BERNARDINI
S/D……………………………………:
Debemos
dirigirnos nuevamente a Ud. para ponerlo en conocimiento, aunque creemos que ya
lo debe saber, de la lamentable actitud que tuvo el sacerdote Gustavo ayer a las
18:45 hs. aproximadamente, oportunidad en la que fuimos recibidos por dicho pastor
para solicitarle apoyo espiritual a través de una oración al cumplirse ocho meses
de la muerte de Pablo. A tal efecto, íbamos a requerirle se acercara a la multitud
que, silenciosa y respetuosamente lo esperaba sobre la calle Arieta. Nos hizo ingresar
a un despacho. Nos invitó a todos a tomar asiento, a pesar de que le insistimos
con que no queríamos quitarle el tiempo, sino que simplemente queríamos rezar una
oración por él guiados. Respetando su investidura y su persona, tomamos asiento
para escuchar a nuestro pastor. Sintetizando: lamentables las palabras de uno de
sus subordinados pues intentó acusarnos de atentar
contra el prestigio y las carreras profesionales de terceras personas, integrantes
del colegio y del Obispado de San Justo (estimamos que con Ud. a la cabeza). Le
insistimos al Padre Gustavo con que sólo necesitábamos su asistencia religiosa dado
que anteriormente nos la había brindado. Su falta absoluta de criterio, humildad
y profesionalismo no se hizo esperar. Volvió a invitarnos a reflexionar y a pensar
que Dios nos castigará. Se generó un clima paradójico al inicial: ninguno de los
presentes pudo comprender la soberbia, el autoritarismo, la impermeabilidad y desubicación
de este sujeto, produciéndose un breve intercambio de palabras mediante el cual
no se le permitió de ninguna manera erigirse
en una especie de verdugo en nombre
de Dios. Tristemente, habló de justicia terrenal, cuando en todo caso él
debe velar por
Sr. Obispo:
¿Quiénes creen que son ustedes? ¿Qué poder sobrenatural creen poseer? ¿Por
qué subestiman maltratan tanto al prójimo en vez de ayudarlo? ¿No se pregunta
porqué en una misa celebrada por el mismísimo Obispo, y previamente anunciada, no
habían más de cinco personas luego de que el Profesor Soriano saliera a buscarlas?
¡Por favor Sr. Obispo! Este último mes tuvo lugar en Aparecida, Brasil,
Sin otro
particular, saludamos a Ud..
FLIA. PLAUL |