[Mayo de 2007]

De los  familiares y amigos de Pablo Nicolás Plaul

 

             Queremos hacer llegar nuestro más profundo agradecimiento a toda la comunidad por el compromiso que ha manifestado hacia un problema que es de todos, pero que a nosotros nos ha tocado vivir tan de cerca (el azar lo quiso así, pero le podría haber pasado a cualquier chico).

           Pablito murió producto de la negligencia, la tarea mal realizada, el incumplimiento de leyes y reglamentos, la absoluta carencia de respeto por la vida, la corrupción y la impunidad de algunos. Y, lamentablemente, el país parece estar acostumbrándose a que esto  sea “moneda corriente”.

            Sin embargo, al encarar la lucha por un turismo de estudiantes seguro, y por un juicio justo por el homicidio de Pablo, encontramos una respuesta muy alentadora: se comprometió la comunidad toda, desde los niños hasta nuestros mayores, quienes junto con nosotros buscan que la situación de desprotección en que estamos, cambie. Otros (los menos) miran al costado, ajenos a la tragedia, sin entender, o no queriendo hacerlo; ¡como si no fuesen víctimas potenciales!. Peor aún, quienes tienen responsabilidad de algún tipo en esta larga cadena, ni siquiera se hacen cargo, mienten, no dan la cara, amenazan, discriminan y tratan de confundir. Actúan desde lo más bajo de la condición humana, en cuanto a lo ético y moral, y ni hablar de lo religioso. De cualquier modo les comenzó a caer el antifaz. Tendrán una condena  social, ética, moral, religiosa (éstas sin lugar a dudas las más importantes), administrativa, civil y penal.  

            Y justamente esto es lo que nos impulsa a seguir adelante, porque tenemos  convicción de lo que hacemos, y el enorme acompañamiento de la gente. No estamos solos luchando contra “lo corriente”. Todos pagarán sus culpas. No habrá impunidad, y esto es definitivo. Que nadie se confunda. Lo haremos por Pablo y por todos nuestros chicos, que tienen derecho a vivir plenamente, seguros, sin correr los riesgos de esta sociedad incivilizada, pero que sin dudas cambiará.

Hoy sabemos que esto último está comenzando a suceder, que la comunidad no sólo nos apoya sino que está haciendo suyo el reclamo de:                                              un turismo de estudiantes seguro.

            A todos, les agradecemos infinitamente, porque nos ayudan a creer que la muerte de Pablito no fue en vano, que él fue la última víctima de la irresponsabilidad, y que gracias a él ningún viaje de estudios se volverá a transformar en la tumba de un joven con toda la vida por delante.

                        No hagamos lo habitual, olvidarnos de lo ocurrido, porque allí radica la estrategia de quienes toman las decisiones: dejar que otra tragedia social tape la anterior.

No bajemos los brazos porque esto es sólo el comienzo de un largo camino, que sólo terminará cuando logremos los objetivos trazados.                                                                                  Nos necesitamos todos”.

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                                            pablo siempre en nuestros corazones.                                                                                 

                                                                                       Por vos. Por pablo. Por todos.