A pesar de la intensa lluvia, se realizó, a las 18:00
horas, la 4ª Marcha Negra, que partió
desde la entrada principal del Parroquial
hasta la cede del Obispado de San Justo,
donde Héctor Plaul pronunció un discurso, en el cual manifestó que lo que se sigue
reclamando es lo relativo a lo ético, lo moral y lo religioso, tres aspectos en
que se encuentran gravemente comprometidos algunos de los miembros de las dos instituciones
antes mencionadas. Fue particularmente claro en exponer la diferencia
entre lo que
se está reclamando y su trascendental significado, y lo relativo a lo civil, penal y administrativo que obviamente se sustancia en los ámbitos competentes. Hizo mucho hincapié en estos conceptos, dada el intencional mensaje difundido por el Parroquial
y el Obispado para confundir a la
opinión pública en relación a ambos temas.
Los puntos
reclamados en todas las manifestaciones no son mensurables por ninguna regla creada
por el ser humano, pero indudablemente son
muchísimo más importantes pues tienen que ver
con la conducta humana, con las actitudes del hombre en cuanto a su bondad o malicia
y con aquello dogmático relacionado, en este caso, con nuestra querida religión
católica. Tiene que ver con el fuero interno, con la calidad de ser humano.
En este orden de pensamientos, queda definitivamente establecido que no se reclama
nada jurídico.
Por otro lado, hizo referencia a algunos pasajes de
la homilía de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, del día 24/10/2007, y le sugirió
al Obispo Martini que la leyera pues pareciera estar hecha a su medida. Dichos pasajes
son los que se citan a continuación:
“… En el comentario de la catequesis, Benedicto XVI advirtió contra el "grave vicio" de la soberbia
y llamó a los católicos a superarla a través del conocimiento de la propia debilidad
y la confianza en la ayuda de los demás. El Papa subrayó que la soberbia "destruye
todas las virtudes en su conjunto" y afecta "no sólo a los mediocres y débiles,
sino principalmente a quienes se han colocado en lo alto con el uso de su fuerza".
La "gran tentación" de los soberbios, dijo, es querer "ser como Dios, árbitro del
bien y del mal". Por eso, Benedicto XVI pide a los fieles que mantengan la "infancia
del espíritu", que "es consciente de su propia fragilidad, pero confía en la ayuda
de los demás”…”
Por último, reiteró explícitamente los puntos que constituyen nuestro reclamo:
1.
EL APARTAMIENTO DE MONSEÑOR CUEVAS COMO REPRESENTANTE
LEGAL.
2.
DESAGRAVIO PÚBLICO A FAMILIARES Y AMIGOS DE
PABLO.
3.
INTERVENCIÓN DIRECTA DEL OBISPO EN EL
PARROQUIAL.
4.
LUEGO SU APARTAMIENTO DEFINITIVO DE
LA DIÓCESIS
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