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                Ciudad Evita,
                    25 de junio de 2007 
                
                     
                
                     
                Al Sr. Obispo 
                De
                    
                     
                Monseñor
                    Baldomero Carlos Martini        
                            DIPREGEP
                            Y A
                             
                S/D……………………………………:               
                CULTURA Y EDUCACIÓN DE BS. AS. 
                 
                 
                     
                                           
                                           
                        Nos dirigimos a Ud. pues en nota
                        cursada el día 11 de junio de 2007, le solicitamos se expida por medio fehaciente
                    sobre la legitimidad o no de un supuesto decreto episcopal
                        Nº 025/2007por Ud. firmado, que le adjuntamos 
                        y que, de ser real, lo convertiría en un verdadero escándalo, irresponsabilidad
                    e irrespetuosidad hacia toda la comunidad educativa y religiosa en general (no
                        se puede nombrar como “nuevo” representante legal a quién Ud. le aceptó la renuncia  al cargo como representante legal del
                        mismo establecimiento. Como ya se habrá dado cuenta, nos referimos a Monseñor
                    Raúl Aníbal Cuevas). Asimismo varios padres le han solicitado lo mismo en forma
                    verbal, siendo remitidos al Director del Instituto Parroquial, Pbro. Fusca quién,
                    a su vez,  los remitió al Obispado.
                    Irónicamente, diríamos que están jugando al juego del “gran bonete”, pero con una
                    diferencia: somos grandes y el tema es muy serio para tomarlo como un juego, Sr.
                    Obispo.
                     
                     
                                           
                                           
                         Aprovechamos la ocasión para recordarle que cualquier
                    decreto por Ud. firmado no es privado sino de orden público, y Ud. tiene la obligación
                    de entregárselo a cualquier fiel que se lo peticione. Disculpe semejante atrevimiento
                    porque según el Código Canónico Ud. hace las veces de Juez de Primera Instancia
                    para el Obispado, y obviamente no ha de desconocer semejante obligación. 
                          
                     
                                           
                                           
                         De no haber respuesta
                    en el término de esta semana y, tratándose de un documento público, como bien lo
                    hemos señalado más arriba, documentaremos tal negativa con un escribano público
                    y luego la exigiremos por la vía judicial pertinente. Para facilitarle esta labor, ponemos a su entera disposición domicilios y teléfonos alternativos, en el caso de que existan dificultades con el correo que impidan que la respuesta solicitada llegue a quiénes la peticionan. 
 A la espera de su respuesta, saludamos a Ud.. 
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