RESEÑA DE
LA
CONCENTRACIÓN
DEL
20 DE SEPTIEMBRE
Familiares y amigos de Pablo realizaron
el pasado jueves 20 de septiembre una concentración en la puerta del Obispado de
San Justo, en protesta por la pésima actitud asumida por Monseñor Martini con respecto
al petitorio que dio origen a las medidas tomadas desde el 21 de agosto.
Los reclamos, que fueron apoyados por
una notable concurrencia a pesar de que se trataba de un día de semana y laborable,
consisten en:
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Apartamiento de Monseñor Cuevas como representante
legal de Parroquial San justo.
¨
Desagravio público a la familia y amigos
de Pablo.
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Intervención personal de Obispo para solucionar
el caótico estado en que se encuentra el colegio Parroquial San Justo.
¨
Que el Obispo se aparte oportunamente
de la diócesis, dado que
goza de un gran desprestigio por él fomentado.
El acto comenzó a las 19 hs. y contó
con la adhesión de distintas personalidades y ONG’s, tales como la del Premio Nobel
de
La Paz
, Adolfo Pérez Esquivel, APDH
La Matanza
, SUTEGBA Filial Santojanni, Asociación Médicos Municipales Filial Santojanni, Asociación
Madres del Dolor, Vecinos en Alerta (Lomas del Mirador), entre otras.
Luego de una breve apertura, el Sr.
Pablo Pimentel, miembro de
la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos de
La
Matanza
, realizó algunas reflexiones ante los presentes:
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En primer término valoró la lucha iniciada por la familia de Pablo, que no se enfrascó
en un sufrimiento privado y transformó el homicidio de Pablito en una cuestión de
interés público.
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Recordó que es necesaria la participación de toda la comunidad,
porque la inacción da lugar a graves atropellos a los derechos humanos, como
los ocurridos durante la dictadura militar.
¨
Mencionó la mediación que él personalmente, junto con dos sacerdotes de la diócesis
de San Justo, llevaron a cabo ante el Obispo Martini para solucionar el conflicto
generado por la irresponsabilidad de quienes debieron haber hecho lo necesario para
evitar la muerte de Pablo.
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Resaltó que
la Iglesia
debe ser “de puertas abiertas” a la
comunidad, no cerrada como lo estaba en el momento en que se realizaba la concentración,
y como lo ha estado desde hace algunas décadas (con rejas que la aíslan de los más
necesitados).
¨
Finalmente agradeció y convocó a la comunidad a participar en la acción colectiva
de la familia Plaul.
Posteriormente, a las 19:40, hora de
la muerte de Pablo, se hizo sonar una sirena para conmemorar los 11 meses y un día
de ocurrida la misma.
Acto seguido, Héctor Plaul, padre de
Pablo, dirigió un discurso a los presentes. Los puntos más salientes del mismo fueron:
¨
En primer término recordó que, ante la falta de respuesta al petitorio presentado
el 20 de julio y firmado por 3500 fieles (en el que se exigía el apartamiento de
Monseñor Cuevas como representante legal del Parroquial San Justo y de Monseñor
Martini como máxima autoridad de
la
Diócesis
, entre otros), se vio obligado a iniciar el 21 de agosto una huelga de hambre.
Sin embargo, en la notificación que se le envió al Obispo acerca de dicha medida
extrema, se aclaró que “no se lo culpa por la
muerte de Pablo, pero si de la mala organización y supervisión del viaje que lo
devolvió muerto”.
¨
Pero a pesar de la aclaración recién mencionada, desde el Obispado se envió un mensaje
a la comunidad educativa diciendo que “el Obispo no es ni podría ser el culpable
de la muerte de Pablo”, y este se publicó también en medios locales, en una pequeña
nota que figura en Clarín y en la radio del Obispado. Asimismo Morre, Secretario
Canciller del Obispado de San Justo, firmó una nota que refiere que el Sr. Plaul
“desvirtúa la verdad, agravia a las personas e instituciones”, y está motivado por
un “deseo de venganza y no por la búsqueda pacífica de la verdad”.
¨
El 23 de agosto, día en que Pablo hubiese cumplido 18 años, se realizó un acto íntimo
entre familiares y amigos para homenajearlo y recordarlo. Pero el mismo fue empañado
debido a que Martini, mientras salía en su auto del Obispado, se rió burlonamente
de los presentes, que se acercaban a él sólo en búsqueda de las respuestas que,
obviamente, merecían.
¨
El 27 de agosto, a siete días de iniciada la huelga de hambre, y debido a que el
Sr. Pablo Pimentel se acercó al Obispado, Monseñor Martini accedió a cruzar a la
casa rodante para encontrarse con el Sr. Plaul. Sin embargo, el encuentro (que duró
poco más de una hora) se transformó casi en un monólogo en el cual el Obispo no
logró esgrimir respuesta sensata alguna a los planteos de Plaul. También se le mostraron
las adhesiones de la comunidad de San Justo a la medida llevada adelante, que en
aquel momento llegaban a las 12 mil firmas. La respuesta de Martini, de una gran
soberbia por cierto, fue “por mi pueden ser
3 millones”. Evidentemente le interesa poco y nada la opinión de los fieles.
Además, se escudó alegando que cuando llegó a ocupar su función, hace 3 años, se
encontró con serios problemas que resolver, y que
“él no puede estar en todo”; y por otro lado, desconoció todas las notas
firmadas por el Presbítero Morre.
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El 30 de agosto, gracias a la negociación llevada adelante por Pimentel y otros
dos curas de
la
Diócesis
, la huelga de hambre fue levantada luego de una tensa reunión en el obispado, donde
Martini aclaró que “no actúa bajo presión”, pero donde también ambas partes establecieron
una serie de acuerdos.
¨
Sin embargo, hacia el 14 de septiembre, luego del retiro espiritual en el cual participó
el Obispo, hubo un retroceso: Martini se enfrascó en un
no rotundo ante los anteriores acuerdos de desagravio público a la familia
Plaul y de apartar a Cuevas de su cargo de representante legal. Evidentemente apostó
al desgaste y al olvido y, lo que es más grave, faltó a su palabra, mintió, demostró
su soberbia sin límite y su intransigencia.
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Por lo tanto, ni los familiares ni los amigos de Pablo se van a retirar de su puesto
frente al obispado. Y, al reconocer la perseverancia como su principal virtud, Plaul
deja en claro que la lucha para lograr el cumplimiento de lo reclamado va a continuar,
aunque por otras vías como la del juicio canónico
(que ya se está poniendo en marcha).
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Casi finalizando, Plaul destacó la permanente colaboración y preocupación de muchos
curas pertenecientes a la diócesis de San Justo que le hicieron llegar su apoyo,
y la actuación de la justicia, que está trabajando con compromiso.
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Para terminar, consideró necesario destacar una serie de negaciones que guiarán
el accionar de la familia y amigos de Pablo:
-
NO al miedo
-
NO a lo antiético
-
NO a lo amoral
-
NO al autoritarismo
-
NO bajar la cabeza
-
NO a la irresponsabilidad
-
NO al atropello
-
NO al engaño
-
No a la mentira.
A través de esta lucha se está aportando
un grano de arena para construir un país más justo y vivible, porque no se puede
esperar todo de la justicia, y porque
hay cosas que se deben hacer entre todos como sociedad y trabajando con compromiso.
POR VOS, POR PABLO, POR TODOS.